viernes, 14 de junio de 2013

INSENTIVANDO LA LECTURA

EL MITO DE LAS SIRENAS

Las sirenas a diferencia de la costumbre popular, dentro de la tradición griega eran genios marinos, mitad mujeres y mitad aves. Su ascendencia no está clara. Según las versiones más comunes del mito, son hijas de Melpómene (musa de la tragedia) y de Aqueloo (dios del río homónimo y primogénito de los dioses-ríos). Pero otras versiones las hacen hijas de Aqueloo y Estérope, o Terpsícore (musa de la poesía y la danza) o también del dios Forcis. Según la versión de Libanio, nacieron de la sangre de Aqueloo, que fue derramada por Heracles (Hércules).
La primera mención que se conoce de las Sirenas es en La Odisea, cuando Odiseo se enfrenta a su canto en el mar. Aquí aparecen sólo dos, pero otras tradiciones hablan de tres: Pisínoe (Parténope), Agláope (Leucosia), y Telxiepia (Ligia) o incluso de cuatro: Teles, Redne, Molpe, y Telxíope.
De las sirenas se sabe que su especialidad era la música. Se cree que una tocaba la lira, otra cantaba y la otra tocaba la flauta.
Para el poeta y mitógrafo Ovidio, las sirenas no siempre tuvieron esa forma, sino que en un principio eran mujeres muy hermosas compañeras de Perséfone (diosa del mundo subterráneo y compañera de Hades), antes de que fuera raptada por Hades. Cuando sucedió el secuestro, ellas le pidieron a los dioses que les dieran alas para poder ir en busca de su amiga. Otra versión dice que su transformación fue un castigo de Démeter por no defender a su hija de Hades e impedir el s
ecuestro. 
También se dice que Afrodita les quitó su belleza, por que despreciaban las artes del amor.
Hay una leyenda que cuenta que después de la metamorfosis, rivalizaron con las musas, y éstas muy ofendidas, las desplumaron y se coronaron con sus despojos.
De acuerdo con el mito más difundido, vivían en una isla del Mediterráneo que tradicionalmente es ubicaba frente a la costa italiana meridional, más específicamente frente a la Isla de Sorrento y con la música que tocaban atraían a los marinos, que aturdidos por el sonido, perdían el control del barco que se estrellaba contra los arrecifes. Entonces las Sirenas devoraban a los imprudentes navegantes.
Varios héroes pasaron por su isla incólumes, gracias a ardides o a la ayuda de algún dios. En el caso de los Argonautas, se cuenta que pasaron muy cerca de la isla de las sirenas, pero que Orfeo, que tenía fama de cantar maravillosamente (héroe griego) hizo uso de su talento con tanta armonía y tan melodiosamente, que no las escucharon por lo que se salvaron de su terrible destino. Butes (uno de los argonautas) no pudo soportar la tentación y se lanzó al mar, pero Afrodita lo rescató.
De igual manera, Odiseo (Ulises), fecundo en ardides, cuando se iban acercando a la isla temida, por consejo de Circe, ordenó a sus hombres que se taparan los oídos con cera, y él que no podía con la curiosidad de escucharlas, se hizo amarrar al mástil, con orden de que pasara lo que pasara, no lo desataran. Al escuchar los cantos de las sirenas quiso soltarse pero sus compañeros no se lo permitieron. Cuenta la leyenda, que las sirenas devastadas por su fracaso, se lanzaron al mar y murieron ahogadas.
Posteriormente, las sirenas pasaron a ser consideradas divinidades del más allá, y se suponía que cantaban para los bienaventurados en las Islas Afortunadas. Fue así como pasaron a representar las armonías celestiales y es así como las dibujan en los ataúdes y sarcófagos.




LA LEYENDA DE LA RUNAMULA



Mala Gente. Según la creencia, es el alma de una mujer pecadora, convertida en briosa mula por acción diabólica, mientras el cuerpo descansa durante la noche. Se la ve siempre en desenfrenada carrera, lanzando llamaradas por la trompa, bajo el flagelo de su cruel jinete que no es otro que el diablo en persona. Este castigo recibe la mujer que fornica con el fraile, el compadre o el propio hermano. Es vista después de la media noche, los martes y viernes, en que el diablo se apodera de su alma y la convierte en mula para castigarla brutalmente. A la mañana siguiente, la infeliz no recuerda lo sucedido, pero siente los efectos de la paliza porque le queda el cuerpo adolorido y las nalgas cárdenas, sin poder explicarse el motivo del malestar. Cualquier mortal trasnochador puede tropezar con esta misteriosa cabalgadura nocturna, al transitar cercaa la casa de la pecaminosa mujer, a pesar de que en jamás haya existido una mula cerca. He aquí una forma de purgar malas acciones cometidas en este mundo terrenal, entregando el alma al demonio aún en vida.



LEYENDA DEL CHULLACHAQUI

Dos jóvenes fueron de visita a la ciudad de Ras-el Khaimah en Emiratos Arabes Unidos.
Ambos decidieron un día adentrarse a una cueva supuestamente desierta para tomar fotogafías aunque fueron advertidos de no ir.

Tiempo después, uno de ellos llamó a la policía y con voz muy alterada dijo que dentro de la cueva ambos se separaron y después escuchó gritar a su amigo desesperadamente. No sabía que hacer, después lo llamó varias veces pero nunca recibió respuesta, y salió muy asustado para llamar a la policia.

Horas después, un equipo especial se adentró en la caverna y encontró el cuerpo del hombre, muerto y con varias heridas. Rastrearon la caverna pero no encontraron nada, aunque no pudieron ingresar a algunas grietas por su dificil acceso. Al lado del cadaver estaba su cámara que misteriosamente tenia una sola foto.
El chullachaqui, como otras versiones de avistamientos extraños tienen explicación dentro de una lógica creada por la cultura amazónica, imposible que encaje dentro del sistema de razonamiento de otras culturas, sobre todo europeas y occidentales. Tenemos muchos testimonios recogidos en zona rural que tuvieron contacto con el chullachaqui.

Algunos dicen que se presenta con forma de una presa ante los cazadores que en cuanto se ponen a tiro de escopeta el animal avanza unos cuantos metros y se vuelve a detener distraído y mientras se le acercan vuelve a hacer los mismo hasta que los interna en lugares desconocidos y de repente se desvanece.

Otros refieren que el chullachaqui se presenta con la apariencia de una persona conocida que invita a seguirle y deja a su víctima enredada con lianas espinosas o al borde de precipicios de donde no saben como salir.

También dicen que se presenta como un hombre de baja estatura, esmirriado, vestido con andrajos que desafía mostrando los puños cerrados. En ese caso se debe aceptar el desafío y pegarle hasta que huya haciendo entrega de todas las riquezas del bosque. Quien no acepta el desafío, se vuelve inútil para la caza y la recolección, tiene líos con sus amigos y familiares, su mujer se va con otro y termina borracho, abandonado y miserable.



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